sábado, 20 de mayo de 2017

Si solo una hora tuviera (Caroline March)

A veces un libro te sorprende. Otras veces, además, te enamora, y cuando lo acabas sabes que siempre tendrá un hueco en tu corazón. Eso es lo que me ha pasado con esta novela. No es la primera que leo de la autora y, como ya conozco su estilo, intuía que me gustaría. La verdad es que me quedé muy corta. Me ha encantado.


SINOPSIS:
Piero es un hombre enamorado. 
Gabriela es una mujer herida por amor. 
Michael es un hombre que no cree en el amor. 
Los tres confluyen en la hermosa ciudad de Praga, como si esta hubiera estado esperando siete años para reunirlos de nuevo. 

En un escenario mágico, rodeados por situaciones equívocas llenas de humor, sentimientos intensamente dramáticos, donde se mezcla el pasado y el presente para crear su futuro, descubrirán lo que significa verdaderamente el amor, sorprendiéndose a cada instante con una sonrisa de que la vida les puede ofrecer algo que ya arrebató. 

Y comprendiendo que una habitación en un ático de un hotel, que antes fue un palacio, puede convertirse en un escondite, un refugio, una cárcel y un lugar donde atrapar lo que una vez perdieron en el olvido. Un espacio donde alcanzar la redención, en el que Gabriela se encontrará a sí misma y deberá enfrentarse a la elección que marcará el resto de su vida. 

* * * 

Como suelo decir muchas veces, hace tiempo que tenía esta novela en mi kindle. Y sabía que probablemente cuando me pusiera con ella me engancharía enseguida, porque sé cómo escribe la autora y sé que me gusta. Sin embargo, no sé por qué, ni la sinopsis ni la portada me habían llamado tanto la atención como para crearme ese ansia por empezarla que me entra con otras. Quizás es porque entre tres nombres no puedes saber quiénes serán la pareja protagonista, y los triángulos amorosos no siempre me convencen. La verdad, no importa mucho, lo importante es que por fin decidí dejar a un lado los prejuicios y empezar a leer, y entonces... las sorpresas empezaron a sucederse y no pararon hasta llegar al final.

Me gustan los personajes complejos, defectuosos, inseguros, testarudos. Me gustan los arrebatos y los sentimientos incontrolables. Y esta novela parte de unos personajes, tanto principales como secundarios, sencillamente geniales, que sienten intensamente y se enfurecen, y aman, y sufren. Diría que todos ellos tienen, además, problemas de personalidad. Serios problemas. Algunos se aprecian a simple vista y para detectar otros hay que escarbar un poco más. 

Gabriela debe de ser una de las protagonistas más inestables que me he encontrado en mi vida, y contra todo pronóstico, me ha encantado. Es una mujer profundamente herida, que se ha limitado a sobrevivir de mala manera, sin tener apenas control sobre lo que hacía y, especialmente, sobre el personaje que los demás habían creado en torno a ella. Se la va descubriendo poco a poco, y es inevitable sentir lástima y empatía, y desear que, por una vez, tenga suerte y su vida se encarrile, porque en el fondo es una buena persona y merece ser feliz.

Piero tuvo mis simpatías desde el principio y, la verdad, a pesar del hecho de ser un amor prohibido, lo comprendí y perdoné sus defectos, que son muchos. 

Michael comienza siendo un personaje bastante repelente, aunque pronto me di cuenta de que,en realidad, en cierto modo estaba volcando clichés en él y prejuzgándolo. Si bien no es perfecto (por suerte), también demuestra merecer la oportunidad de ser feliz. 

Y no pienso hablar del conflicto. Sólo diré que pasé páginas y páginas sin tener ni idea de con cuál de los dos acabaría Gabriela ni tampoco con cuál prefería que se quedara. Ni siquiera yo podía decidirme, así que leía y leía sin querer pensar, solo confiando en que, como es una novela romántica, al final, las cosas acabarían de la mejor manera posible. 

No me ha decepcionado en absoluto. El final es hermoso, emocionante, justo y feliz. Enseña que se puede amar a alguien roto y ese amor puede curar heridas incluso de forma casi milagrosa. También que hay diferentes formas de amar. Que una de ellas es perdonar, hasta cosas que a algunos les parecen imperdonables. Otra es velar por quien uno ama, en la sombra y en la distancia. Y otra es sentir como familia a quien no es de tu sangre, pero está ahí cuando más falta te hace.  

En resumen, tal y como he dicho nada más empezar, estoy convencida de que esta historia y estos personajes permanecerán siempre en mi corazón. Absolutamente recomendable. 

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